Minería latinoamericana, capeando el temporal

pag8-1Por Walter Duer, Buenos Aires

El año 2009 posiblemente pasará a la historia como uno de los más difíciles de la economía mundial y para la minería en América Latina será igual de difícil. La combinación de caída en los precios de los bienes básicos y sequía de capital ha puesto a la minería en el medio de una tormenta. Pero, en las principales economías mineras, las perspectivas siguen siendo alentadoras.

El estallido de la crisis global más el desplome de los precios de los bienes básicos armaron un combo que derivó en una desaceleración de inversiones en el mercado minero que venía mostrando un saludable crecimiento desde hacía cinco años. Esta baja repercute de manera notoria en las economías de América Latina, ya que, de acuerdo a la consultora canadiense Metals Economics Group, un dólar de cada cuatro que se invierten en el mundo en el sector vienen a parar en la región.

México ya mostró su preocupación. Fuentes de la Cámara Minera de ese país (CAMIMEX) advierten que este año las inversiones alcanzarán los US$2.730 millones, muy por debajo de los US$3.650 millones de 2008. “La escasez de crédito y la problemática laboral en el sector, son determinantes para este panorama negativo”, advierten desde la Cámara. Xavier García de Quevedo, presidente de CAMIMEX, estima que las inversiones en minería para el período 2009-2012, se acercarán a los US$7.800 millones, una cifra que se considera baja para el potencial del país.

Pero no todo es negativo. Las mismas fuentes señalan que la importancia que tomó la producción de oro y plata en el país genera nuevas oportunidades que pueden atraer inversiones frescas. “Por primera vez, el valor de producción de oro fue superior al valor de producción de plata, colocando al país como el treceavo mayor productor de oro en el mundo”, apunta García de Quevedo, señalando además que el objetivo es quedar entre los 5 primeros puestos a nivel mundial. “Quedan muchos desafíos por delante, como resolver desde el gobierno federal los conflictos laborales, de tenencia de tierra, de competitividad y de inseguridad para que los inversionistas puedan trabajar tranquilos en el país”, concluye García de Quevedo. Se espera también que 2009 sea un año de consolidación, con muchas operaciones de fusión y adquisición de empresas.

El despertar de Perú

Distinto parece ser el panorama en Perú, donde la entrada de la empresa china, Chinalco, con una financiación por US$2.000 millones para el proyecto de cobre Toromocho, parece haber despertado el optimismo. Según proyecciones confirmadas del Ministerio de Energía y Minas del Perú, este año se invertirán US$2.780 millones en el sector, muy por encima de los US$1.704 millones de 2008.

Otros proyectos destacados son Toquepala y Cuajone, (SPCC, filial peruana de la cuprífera Southern Copper Corporation, invertirá US$2.108 millones en ampliar la producción de cobre, probablemente hasta 2011), Marcona (Shougang Hierro Perú pondrá US$1.000 millones en una mina de hierro), Cajamarquilla (US$500 millones de la brasileña Votorantim Metais para ampliar la refinería de zinc), Tía María (US$934 millones, de SPCC, que ya comprometió US$400 millones para 2009).

El ministerio estima que para 2010 las inversiones proyectadas representarán  US$4.251 millones, número que caerá a US$3.003 millones para 2011. “Pese a la disminución del precio de los minerales en el mercado internacional, este año los volúmenes de producción en el país seguirán aumentando”, señaló la entidad en un comunicado. No obstante, desde la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía no dejan de admitir que “la caída de los precios de minerales es dramática y afecta particularmente a los productores de cobre, zinc y plomo”.

pag8-2Más oro, menos trabajo

En Chile también se está apostando al oro “por su estabilidad de precios a nivel internacional, por las reservas que existen en el país y por el bajo precio que hoy experimenta el cobre en los mercados internacionales”, señaló el Ministro de Minería Santiago González durante una visita a la minera aurífera Florida, responsable del 10% del oro que se extrae a nivel nacional.

Por otra parte, Chinalco también traería dinero fresco a Chile: está en proceso un posible acuerdo de Chinalco con el gigante australiano Río Tinto que tiene una fuerte presencia en la minería latinoamericana (Río Tinto controla un 30% de Escondida, la principal mina de cobre de Chile y también tiene operaciones en Perú).

Alfredo Ovalle, presidente de la Sociedad Nacional de Minería de Chile (Sonami), afirmó que el sector perdió unos 12.000 empleos en el país a causa de la crisis global. La mayor retracción se habría dado entre los pequeños mineros, que pasaron de ser 2.065 productores a fines de 2007 a 1.433 a fines de 2008.

Sin embargo, datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) indican una inversión para este año de US$4.234 millones (sólo en cobre, oro y plata), contra los US$2.732 millones de 2008. El total del período 2009-2013 ascendería a los US$23.319 millones, apuntalados por proyectos como Esperanza (de Antofagasta Minerals), Los Bronces (de Anglo American) o El Morro (de Xstrata).

En un período de crisis como el actual, no obstante, las proyecciones pierden precisión. Habrá que esperar a que termine este año 2009 para saber en qué países se logró aumentar la velocidad, en cuáles se soltó el acelerador y en cuáles se pisó directamente el pedal del freno.

Los que corren de atrás

Dos países que no han jugado históricamente en las grandes ligas de la minería mundial están trabajando para poder hacer despegar las inversiones en el sector.

En la Argentina está en marcha el Plan Nacional Minero, que apunta a revertir la situación histórica del sector en el país, caracterizada, según fuentes de la propia Secretaría de Minería, por “falta de atracción de inversiones, proyectos paralizados, bajos niveles exploratorios, escasa producción nacional e ínfima demanda laboral”.

Las proyecciones oficiales para 2015 indican que las exportaciones llegarían a US$7.600 millones, US$10.400 millones en inversiones, US$9.800 millones en producción, 87.250 empleos directos y 316.000 empleos indirectos. Manuel César Benítez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) sostiene que “la minería en la Argentina no ha alcanzado todavía su apogeo y tiene mucho para ofrecer al sector inversionista”. Según el experto, “el marco jurídico viable y el apoyo del gobierno a la actividad lograron que la producción minera creciera más de un 300% en sólo cuatro años y ascendiera de US$1.360 millones en 2003 a US$3.435 millones durante 2008”.

Colombia, por su parte, también ofrece un potencial futuro atractivo y ha sido históricamente un fuerte productor de carbón. Uno de los proyectos recientes de mayor atractivo es el de la reserva aurífera de La Colosa, en Cajamarca, con un potencial de 13 millones de onzas. Además, el país estableció un nuevo marco legal que le permitió un ascendente crecimiento del negocio en el país, que consiguió inversiones por más de US$1.000 millones en el sector durante el año 2008. MPA

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